Usando un término muy actual, el Norte Argentino es un lugar “instagrameable”. Sus bellezas son tan enormes que no hay foto que no se destaque. Salta, Jujuy, Tucumán, son las primeras en la lista de destinos deseados. Pero no hay que olvidar a La Rioja y Catamarca, provincias que si bien no están en el radar del turista promedio, tienen lugares sorprendentes.
Hoy les voy a dar algunos “tips” para Salta y Jujuy y si el dueño de esta casa me alquila otra habitación más adelante, les cuento de las demás 😉 Vamos a recorrerlas?
Salta
Por algo se dice que “es tan linda que enamora”. Es difícil no querer volver a vistarla. Y es que siempre nos queda algo en el tintero!
Empecemos por su capital.
No podemos dejar de hacer el paseo en el teleférico del Cerro San Bernardo desde donde tenemos una vista privilegiada de la ciudad y de los cerros que la rodean. Llegar es muy fácil: tomamos la calle Caseros alejándonos de la plaza principal y luego doblamos a la derecha en la avenida. En esas pocas cuadras hay dos fotos obligadas: la Iglesia de San Francisco y el Convento de San Bernardo, dos joyas de la época colonial.
Otro paseo interesante es a la Quebrada de San Lorenzo. Este lugar tiene la particularidad de recibir vientos húmedos que favorecen una vegetación abundante. Por ese motivo, la temperatura es menor que en la ciudad, lo que la hizo el lugar de veraneo de las familias ricas de Salta.
Estamos a menos de media hora de la capital y un remís cobra alrededor de $400. Se puede ir en transporte público para lo cual hay que comprar una tarjeta tipo Sube.
El centro de Salta capital con su cabildo, su catedral y sus peatonales es un buen programa para cuando necesitamos algo de ciudad. Y también el polo gastronómico de la Avenida Belgrano.
Cachi
Saliendo de la capital, atravesamos los últimos manchones verdes y pasamos casi de golpe a una geografía típicamente norteña. El desierto manda y los cardones nos acompañan todo el camino.
Luego de atravesar la Quebrada de Escoipe, el ripio nos indica que empezamos a subir la Cuesta del Obispo. Una verdadera ruta escénica cuya figura principal es la Piedra del Molino con la capilla de San Rafael a 3340 metros sobre el nivel del mar.
No es un camino para principiantes. Vale la pena disfrutar esos increíbles paisajes pero sabiendo que vamos tranquilos. Al descender, el Parque Nacional Los Cardones impacta.
Llegamos a Cachi. Todo es tranquilo y el turista es bienvenido. Pasen por el Centro Municipal de Artesanos donde verdaderos artesanos de Cachi venden tejidos, platería y mermeladas. En mi opinión, de dos a tres días son suficientes.
Cafayate
Por estar a menor altura, Cafayate nos brinda un paisaje mucho menos árido. Además, para quien quiere manejar su auto o uno alquilado, la ruta es muchísimo más llevadera y totalmente asfaltada.
Antes de llegar a Cafayate, nos sorprendemos con la Garganta del Diablo y con el Anfiteatro, donde los músicos aprovechan este fenómeno de la naturaleza por su acústica.
Cafayate es un pueblo encantador y donde te aconsejo recorrer sus viñedos y bodegas aunque no tomes vino. Un consejo: si no manejan, les recomiendo que si pueden, los trayectos del aeropuerto de Salta a Cachi o Cafayate los hagan en remise.
Si son dos o más personas lo que ahorran en taxi a la terminal, micros y excursiones, lo terminan ganando en tiempo y en la posibilidad de recorrer con tranquilidad. Yo lo hice así para ambos lados ya que los lugares típicos para visitar están justamente antes de llegar a ambos lugares. En Cachi usé Remises Cachi y lo contraté desde acá por teléfono.
Jujuy
Cuando hablamos de Jujuy inmediatamente pensamos en Purmamarca, Tilcara, Humahuaca. Pero te voy a contar de otros dos lugares, uno no tan visitado y otro muy famoso y del cual quiero hacerte algunas recomendaciones.
Potrero de Yala
Cerca de Jujuy capital, a 20 minutos, te recomiendo visitar la Reserva Potrero de Yala con sus lagunas y con las famosas Termas de Reyes. Aunque no estén alojados en el hotel pueden ir a comer o tomar la merienda y disfrutar de la vista privilegiada que tiene la terraza. Si hacen el camino desde la autopista hacia la reserva, ese tramo hasta el hotel es de ripio en buenas condiciones. Desde el hotel ya se retoma el asfalto. En las lagunas de Yala se crían truchas por eso van a ver que están en los menúes de muchos restaurantes.
Salinas Grandes
Por algo son la primera maravilla natural del país. Un lugar increíble. Una imagen vale más que mil palabras, por eso, en vez de contarte sobre ellas prefiero darte algunos consejitos.
La época ideal para verlas en todo su esplendor es desde fines de marzo. En ese momento el agua de las lluvias de verano se seca, la sal está limpia y las salinas tienen su máxima blancura. El viento del otoño y el invierno la va tornando más “beige” pero eso no significa que no sean maravillosas. Al mes de agosto se cobraba $300 por auto (no importa cuántos ocupantes) y te asignan un guía. El te llevará a las zonas donde se puede transitar y es el que te saca esas fotos tan divertidas.
La permanencia en las Salinas dura el tiempo de guiado que no pasa de una hora. No podés quedarte “paseando” por tu cuenta. En la época de las tormentas las salinas se cubren de agua y si bien es muy fotogénica la escena, no está exenta de peligros. Con respecto al camino, la ruta es excelente pero tengan en cuenta dos cosas:
- La altura máxima a la que se llega son 4300 metros, complicado para los seres humanos y para los autos también. Para los seres humanos existen las hojas de coca y para los autos…no ir muy rápido.
- Debemos pasar la Cuesta de Lipán, un paisaje que te deja sin palabras pero, otra vez, hay que manejar con mucha precaución ya que encima es la ruta que usan los camiones que vienen desde la zona franca de Iquique.
Gracias a Pablo por la invitación y a ustedes por leerme!
Muchas gracias Moni por tú participación en la columna y seguramente nos veremos en algún evento o inauguración. Aquellos que quieran seguir o leer a Moni lo pueden hacer en los siguientes enlaces:
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