Mediante un comunicado de prensa se anunció que el Presidente del Grupo Aerolíneas Argentinas, ingeniero Luis Malvido, presentó hoy su renuncia ante el Directorio de la firma. Su dimisión, explicó, busca facilitar el proceso de transición política en la empresa. Y se hará efectiva cuando sean designadas las nuevas autoridades de la compañía, luego de la asunción del próximo Presidente de la Nación, el 10 de diciembre.

En el día de la fecha se realizó la reunión de Directorio de Aerolíneas Argentinas. En ese acto, Luis Malvido presentó ante el mismo su renuncia como Presidente de la compañía y como CEO de la misma.

“Quiero facilitar el proceso de transición en la empresa, allanando el camino a la próxima administración que asumirá el Gobierno nacional el 10 de diciembre. Me pongo a disposición para colaborar en esa transición en todo lo que sea necesario”, explicó el ingeniero Malvido.

La renuncia como CEO se hará efectiva a partir del mismo 10 de diciembre. En cambio, y por razones legales, la renuncia como Presidente sólo se ejecutará en el momento en que sea designado su sucesor en el Directorio.

“Ha sido para mí un gran orgullo poder trabajar con todos los integrantes de Aerolíneas en la búsqueda de una empresa más grande, más eficiente, más competitiva, más transparente”, señaló Malvido. “Quiero agradecer al presidente de la Nación Mauricio Macri y al ministro de Transporte Guillermo Dietrich la confianza brindada en este tiempo. Ha sido una enorme satisfacción sumarme a la tarea iniciada en 2015, que llevó a que hoy tengamos más pasajeros, más rutas y mejor servicio”, agregó.

El comunicado expresa que en los primeros 10 meses del 2019, Aerolíneas realizó 79.914 vuelos de cabotaje, lo que representa un crecimiento del 22% respecto a igual período de 2015. Eso representó un incremento del 37% en la cantidad de pasajeros que volaron dentro del país. A nivel internacional, en los últimos 4 años la cantidad de pasajeros de Aerolíneas creció un 11%. Hoy Aerolíneas transporta 2,3 millones anuales más de pasajeros que en 2015. En un mercado altamente competitivo, con nuevos operadores, los argentinos pudieron volar más, y Aerolíneas lideró con firmeza ese crecimiento del mercado aeronáutico. Y lo hizo con la misma cantidad de personal, mejorando sustancialmente su productividad.

A esto se sumó un trabajo constante sobre los costos, lo que se tradujo en una reducción de los subsidios recibidos del Estado a menos de la mitad: en el período 2008 / 2015 habían sido de US$ 678 millones anuales, en tanto que entre 2016 y 2019 totalizarían un promedio de US$ 280 millones por año. En paralelo, la deuda financiera de la compañía se redujo en un 10%.

Esos números fueron acompañados por una mayor transparencia: en 2018 se presentaron por primera vez en 21 años los balances de la empresa en tiempo y forma. Hoy esa información está publicada en la web corporativa a disposición de todos los argentinos. Y la próxima gestión recibirá toda la documentación contable y operativa sobre la evolución de la compañía en 2019, para que tenga elementos para evaluar la situación real al día de la fecha. Una “Línea Etica” donde se reciben denuncias de los propios empleados, una Auditoría estricta sobre cada una de las áreas, la profesionalización y concentración de las decisiones de compra y la mayor presencia del Directorio en las decisiones estratégicas agregaron transparencia a la gestión.

Aerolíneas también creció en rutas. De las 88 que volaba la empresa en 2015 se pasó a las 102 de hoy. A eso se suma la ruta Ezeiza Orlando, un nuevo tramo internacional estacional que comenzará a volarse a partir del 9 de diciembre próximo.

En los últimos cuatro años Aerolíneas puso además un gran énfasis en mejorar la conectividad del interior del país. El Hub Córdoba, que permite volar de punta a punta de la Argentina sin pasar por Buenos Aires, que comenzó a operar en 2017, fue clave en ese sentido. Las rutas federales, que no pasan por Buenos Aires, crecieron 113%. Aerolíneas fue clave para que creciera más del 70% el tráfico de pasajeros de los aeropuertos de destinos turísticos como Mar del Plata, Bariloche, Chapelco, Iguazú y Puerto Madryn, así como los de las principales capitales de provincia.

Durante 2019 se lanzaron también otros servicios, como la entrega de paquetería puerta a puerta. También la venta de tickets con más o menos servicios a demanda del pasajero, que permite mejores opciones tarifarias. Y se pusieron en marcha la nueva web y la app para teléfonos celulares, que acercan al cliente con la compañía.

El relanzamiento de Aerolíneas Plus fue otro hito de este año: se duplicó la cantidad de pasajeros que viajan con sus millas, generando más fidelidad a la marca. La reestructuración de este programa es un claro ejemplo del esfuerzo en transformar Aerolíneas para poner al cliente primero, en lograr su preferencia. En esa línea, se trabajó también en mejorar toda la experiencia del pasajero, de punta a punta, desde la capacitación del personal de atención a las compensaciones por disrupción del servicio, desde mejorar los accesos en los aeropuertos a la rapidez en las gestiones.

El foco en el cliente es un camino en el que falta mucho recorrido, pero que ya se empezó a transitar con decisión. Así, este último año, la empresa fue reconocida por la consultora global Merco como la de mejor Reputación corporativa en el sector, en el país. Y recibió por segundo año consecutivo la distinción de TripAdvisor a la mejor línea aérea regional.

En ese reconocimiento de los pasajeros fue clave la mejora constante de la puntualidad: era del 75% en 2015 y hoy llega al 86%. Es el indicador más valorado por los pasajeros, que lo tienen como razón principal a la hora de elegir una empresa aérea.

Más pasajeros, más rutas, mejor servicio y más eficiencia fueron la clave para el crecimiento de la empresa en los últimos cuatro años. Y las bases para que Aerolíneas siga desarrollándose en el futuro.

Por Pablo P